La Psicosis es un estado que puede aparece en algunos Trastornos Mentales cuando estos son suficientemente graves. De forma clásica se dice que los pacientes que sufren psícósis, o están psicóticos, se encuentran «fuera de la realidad», ya que los síntomas característicos de estos estados son las Alucinaciones (Trastornos de la Sensopercepción) y los Delirios (Trastornos del Contenido del Pensamiento); y que quien los sufre no los reconoce como patológicos; por lo que resulta muy complicado establecer los límites entre lo que es real y lo que es un síntoma de su enfermedad.
En ocasiones Psicosis y Psicopatía se emplean de forma errónea como si fueran sinónimos. Realmente su único parecido es fonético, ya que la psicopatía es una forma de referirse al Trastorno Antisocial de la Personalidad. Por otro lado Psicosis y Esquizofrenia tampoco son sinónimos. Aunque en este caso los lazos entre ambos son más profundos. La Esquizofrenia es el prototipo de Trastorno Psicótico (es decir que presenta delirios y alucinaciones con frecuencia), pero no es la única. Muchas otras enfermedades o cuadros clínicos pueden presentar síntomas psicóticos: el Trastorno Delirante Crónico, el Trastorno Esquizoafectivo, la manía, la depresión, la intoxicación por cocaína o anfetamina (y muchas otras drogas), la abstinencia de algunas drogas (como el alcohol), el tratamiento con fármacos prodapaminérgicos en la Enfermedad de Parkinson, la enfermedad por cuerpos de Lewy, la Corea de Huntington, los accidentes cerebrovasculares, los tumores, la epilepsia, etc. En la mayoría de estos cuadros la presencia de síntomas psicóticos está relacionado con un exceso de actividad dopaminérgica en algunas estructuras del Sistema Nervioso Central.
Por tanto, de cara al diagnóstico, los síntomas psicóticos son muy importantes pero por si solos no nos determinan la enfermedad que padece nuestro paciente. Ocurre como con un “cuadro febril”. La fiebre, como síntoma, es importante pero no nos da el diagnóstico (si la fiebre está provocada por una infección, un tumor, un golpe de calor, etc.). En ambos casos, con los síntomas psicóticos y con la fiebre, tendremos que continuar explorando al paciente y poniendolo en un contexto para determinar el cuadro que está detrás del síntoma.